Virginie, Erik y Aristide, son tres agentes de la ley que aceptan una misión fuera de sus funciones habituales: conducir a un extranjero hasta la frontera. Camino del aeropuerto, Virginie comprende que si el prisionero vuelve a su país, será ejecutado. Frente a este insoportable caso de conciencia, Virginie va a intentar convencer a sus compañeros para que lo dejen escapar.