Alanis es una prostituta argentina que vive en el centro de Buenos Aires, en un piso que comparte con Gisela. En ese piso Alanis también convive con su hijo y además trabaja en él, pues recibe a los clientes en el mismo lugar en el que está el niño.
Esta situación tan irregular le permite cuidar al niño, que nunca está solo puesto que Gisela también lo cuida cuando su madre no puede.
Todo va más o menos bien hasta que unos inspectores entran en el piso y se llevan detenida a Gisela por trata de mujeres. Es de esta manera como Alanis se ve en la calle con su hijo.
Por suerte, Alanis se puede ir a vivir con su tía, aunque como es evidente ahora no puede ejercer su oficio en casa de su tía y tiene que salir a la calle a hacerlo, en peores condiciones.
Eso a ella no le importa demasiado, pues siempre ha estado moviéndose por todas partes y además ahora tiene que pensar en su hijo, algo que hace que trate de encontrar su lugar en el mundo, una búsqueda para la cual está dispuesta a pelear con todas sus fuerzas.
